Nuestra Cartagena nunca había tenido una Estación de Autobuses en la que los viajeros pudieran encontrar concentradas las salidas o llegadas de las muchas líneas de autobuses que unen por carretera a nuestra ciudad con todos los pueblos de este extenso municipio, además de los que van a las playas del litoral y a otras ciudades importantes de toda España.
Efectivamente, Cartagena tiene líneas de autobuses con La Palma, Pozo Estrecho, El Albujón, Perín o El Algar. También hay lineas de autobuses con Cabo de Palos, La Manga, Los Nietos, La Azohia, Isla Plana, o El Portús. Otras ciudades comunicadas por carretera con la nuestra son La Unión, Mazarrón, Aguilas, Torre-Pacheco, Murcia, Alicante, Almería, Madrid, Granada, Lorca, Barcelona y otras mas.
Pero se daba el caso de que cada Agencia de Transportes de viajeros tenía sus oficinas y las salidas de sus coches en lugares muy dispersos, muy distantes unos de otros, y a veces muy escondidos de la ciudad, creando molestos problemas para los viajeros y también para los forasteros que se veían obligados a indagar afanosamente la calle o plaza a la que debían desplazarse para localizar el punto de salida de la línea que buscaban.
En el año 1986 se iniciaron los primeros tanteos para dotar a Cartagena de una Estación de Autobuses imprescindible para su desarrollo, especialmente el turístico de una ciudad moderna y funcional. Pero en el año 1987 ganó las elecciones municipales el Partido Cantonal siendo alcalde Antonio Vallejo Alberola por lo que desde la Comunidad Autónoma, de signo socialista, se le hizo al proyecto una guerra implacable con la intención de derribar al Partido Cantonal.
En el año 1991 ganaron las elecciones los socialistas con José Antonio Alonso como alcalde, quien logró arrancar al gobierno regional algunas concesiones. Entonces encargaron el proyecto al Arquitecto Jesús Caballal Fernández.
Se construyó la Estación de Autobuses edificando un inmueble de planta baja y varios pisos. Disponía de 37 dársenas para autobuses, cafetería, servicios, oficinas informatizadas, agencias bancarias, depósitos de equipajes, escaleras normales y mecánicas, así como otros elementos modernos.
La Estación costó un total de 600 millones de pesetas. Fue puesta en servicio anticipadamente utilizándola como propaganda electoral por el partido socialista ya que se avecinaban las elecciones municipales, iniciando sus actividades aún sin terminar. Fue puesta en servicio a bombo y platillo el día 10 de Mayo de 1995.
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