Ocurrió que allá por el año 1540 el Rey Felipe II ordenó al Príncipe Vespasiano de Gonzaga que en colaboración con el arquitecto Juan Bautista Antonelli construyera unas murallas para la defensa de nuestra vieja e histórica ciudad. Aquellas murallas quedaban limitadas por la Puerta de Murcia a la altura del Callejón de la Seña (entonces se decía «La Aceña») y a partir de ahí todo era campo que se fue poblando poco a poco con el nombre de Arrabal de San Roque.
Pero el día 5 de Mayo del año 1691 los frailes de la Orden de los Carmelitas Descalzos obtuvieron licencia para edificar en aquella desguarnecida zona un convento bajo la advocación de San Joaquín. Tal circunstancia dio lugar a que la zona cambiara de nombre pasando de «Arrabal de San Roque» al nuevo de «Barrio del Carmen».
Pero entre los años 1776 al 1786 el Rey Carlos III de Borbón ordenó ampliar el recinto amurallado hasta las Puertas de Madrid y el convento de los frailes carmelitas quedó ya dentro de la ciudad. La construcción de estas murallas fre proyectada y dirigida por los ingenieros militares Francisco Llobet y Mateo Vodopich. Son las que todavía podemos contemplar cerca del mar y de Benipila.
En el año 1836 los frailes debieron abandonar el convento en virtud de la Ley de Desamortización promulgada por el ministro Juan Bautista de Mendizábal, cuando era Presidente del Gobierno Francisco Zea Bermúdez y reinaba Maria Cristina como Regente de España. El convento fue demolido pero la iglesia se conservó y a finales del Siglo XIX fue promovida a la categoría de «Parroquia de Nuestra Señora del Carmen».
Tiene una fachada con dos cuerpos con un frontón interrumpido por el campanario, en la que llama la atención la mezcla de elementos clásicos y populares. El pórtico forma un espacio de transición entre el exterior(a sus vez separado de la calle propiamente dicha por una escalinata y una verja) y el interior del templo que cuenta con una única nave con capillas laterales y crucero abierto por una cúpula con cornisa ondulada de la que no hay muchos ejemplos en el barroco regional. A los pies de la nave se encuentra el coro y bajo él, el nártex cubierto con bóvedas apoyadas en una arcada de cinco vanos que se abren al atrio, según el modelo madrileño, típico de las construcciones carmelitas.
Pero el edificio envejeció de forma muy notable, así es que el día 2 del mes de Junio del año 1997 la iglesia fue cerrada al culto y se le practicó una gran reparación interior y exterior que duró seis meses de intensos trabajos. Era párroco el reverendo padre José Manuel García, y era obispo de Cartagena Monseñor Javier Azagra Labiano.
La iglesia del Carmen volvió a abrirse al culto el sábado día 20 de Diciembre del año 1997.
No hay comentarios:
Publicar un comentario