Comienzo en Tentegorra, en el archiconocido aparcamiento y, como siempre, bien tempranito para que no me pille mucho el sol de mediodía. No obstante, hay ya otra pareja dejando el coche y echando a andar cuando yo llego, a los cuales me encuentro subiendo hacia el Mirador (bueno, solo a la mujer; el hombre estaba tras unas apartadas rocas, haciendo me imagino qué).
Tras una pequeña pausa en el Mirador (para mirar, que para eso está), comienzo el descenso por la Senda del Oso. No veo el punto de cruce con la senda del Jabalí pero como voy a bajar por ella después, cuando baje veré dónde comienza (o termina).
La senda del Oso (que no sé por qué la llaman así pues no creo que aquí haya habido nunca osos) comienza bajando bastante pero luego se vuelve más o menos horizontal y así continúa por toda la ladera sur del Roldán, a media altura hasta llegar al camino que sube a la batería del Roldán. Por esta senda me encuentro a un par de senderistas que dicen venir del castillo (se referirán a la batería) y van hacia La Estrella (también han madrugado éstos). Abajo, en la playa de Fatares, se ven un par de tiendas de acampada de color azul y alguna persona andando por la playa: esos han pasado allí la noche.
Al llegar al cruce de sendas con el camino, continúo por la senda de la derecha, que va hacia la batería de La Parajola y luego por una senda que sale a la izquierda, subo hasta el pico donde se encuentra el Cristo de los Buzos, junto con otra pequeña cruz de madera, algunas cuerdas y unas flores de geranio en un bote de agua (que relleno pues casi no le quedaba). Larga parada aquí, viendo el paisaje (aunque no el de Cartagena y Escombreras, que apenas se ve detrás de la niebla, el humo y la contaminación y también, algo influye, el sol de cara).
La otra vez que estuve aquí no iba yo en muy buenas condiciones y me dije a mí mismo cuando llegué a casa que tendría que volver otro día.
Aquí me encuentro también con un par de senderistas (más bien, corredores) que, en el tiempo que yo he estado aquí, los he visto allá abajo, subir desde Fatares, y llegar hasta aquí, que hay más de 600 metros, todo en subida. Me comentan que el nombre de Cristo de los Buzos (que digo yo que podría llamarse también el Cristo de los montañeros), es por el Centro de Buceo de la Armada (CBA) que está allí abajo, en La Algameca.
Vuelvo por la senda por donde he venido hasta llegar al cruce con el camino que sube hasta la batería. Busco y subo por una senda que hay al comienzo de este camino, a la izquierda que sube por el monte hasta llegar al camino; tiene flechas rojas (y algunas amarillas) pintadas en las rocas : por ella me ahorro más de un kilómetro de camino, pero no me ahorro el subir por esta empinada senda que ves en el gráfico que tiene la mayor pendiente (de subida). Ya puestos a atajar, cuando llego al camino atajo un poquito más y me quito otra curva.
Por aquí, y ya siendo la hora que es, empiezo a encontrarme a más gente, bien andando o corriendo. Allá abajo, subiendo de Fatares, se ven a dos personas que creo que son los que empezaron un poco antes que yo, y no porque tenga tan buena vista, sino por la color de la vestimenta que llevan: amarillo fosforito uno y naranja fosforito la otra.
Ahora sí que continúo por el camino, sin atajos; visito el proyector del Roldán veo las nubes subir por el valle hacia la cumbre; sigo subiendo para la batería hasta encontrar el comienzo de la senda del Jabalí. Como me pasa a menudo, me paso de largo sin verla y sí veo otra que creo que podría ser pero que resulta que no lo es, por lo que vuelvo sobre mis pasos y ahora sí que veo el comienzo de la senda.
Estaba fotografiándola y documentándola para que tú no te pierdas, cuando llegan por ella un par de senderistas que me confirman que es la senda que busco y me aconsejan que baje con precaución porque hay tramos muy empinados y con piedras sueltas; así que sigo sus consejos.
Por esta senda no había pasado anteriormente y descubro que tiene paisajes realmente hermosos y más ahora que ya está el sol alto y hacia el Oeste está despejado y limpio. Abajo se ven las aguas del Mediterráneo con diferentes tonalidades azules. Es un paisaje parecido al que se ve desde la Senda del Oso, pero desde más altura. Y, efectivamente, hay algún tramo bastante empinado (precisamente por uno de ellos me cruzo con uno que iba subiendo con no poco esfuerzo).
Llegando a su confluencia con la otra senda, la senda se pierde y lo que hay es una zona de rocas, que es una bajada de agua que llega hasta la otra senda. Por tanto, esto es lo que se ve desde la otra senda, y no una senda como yo esperaba ver; por ello es que me la pasé cuando bajé y no me dí cuenta. Lo que sí hay es un hito de piedras puesto sobre una roca en el punto de cruce pero puede ser que cuando tú vayas ya no esté (por supuesto que mi bastón tampoco estará); alguien debería de pintar alguna flecha sobre la roca, pero no todo el mundo sube al monte con un bote de pintura en la mochila.
Al llegar de nuevo a la senda, tomo a la derecha para subir de nuevo hasta el Mirador. Por toda esta zona, hay ya bastante gente, sobre todo en el Mirador. Ya solo queda volver por el mismo camino del Mirador hasta llegar a Tentegorra.
Ya casi llegando abajo, al parque de Tentegorra, me llaman la atención unos ruidos que no sé identificar si son ranas o pájaros, pero suenan bastante fuerte (y como con eco, en el valle). Me salgo del camino en dirección hacia donde se oyen pero llego a una valla donde no puedo continuar; parece que los sonidos vienen de algún lugar detrás de la valla, pero no sé de qué son. Todo lo que hago es grabarlos en video, que puedes ver aquí (al final del video) y a ver si tú eres capaz de identificar qué produce esos sonidos (aunque en el video se oyen algo mal).
| Altitudes: Salida: 88 mts; Máxima: 452 (452) . mínima: 88 ; media: 245 . Pendiente Máxima: 46.9 %. Media: 11.3 % . Desnivel acum.: 552 Distancia: 10,59 ktms. |
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