Características de la imagen.
Mide la imagen 1 metro y 70 centímetros. De honda apariencia y de una excepcional belleza, es atribuida a Giacorno Colombo, pero no es totalmente cierta su autoría.
Representa a la Virgen implorando consuelo, " Consolatrix Aflictorurn ", que significa el Consuelo de los Afligidos, con el cuerpo de su Hijo muerto describiendo una armoniosa curva sobre su regazo quedando fundidas ambas tallas en un solo bloque.
Contrasta poderosamente la intensa expresividad de la cara y manos de la Virgen con el suave desplomamiento del cuerpo de Jesús que yace con la cabeza ladeada hacia la izquierda, el tronco inclinado y el brazo desanimado paralelo a la pierna de su Madre, que se encuentra semiarrodillada, en vez de aparentemente sentada.
Los rasgos anatómicos del Cristo, realizado para ser contemplado de frente, son de un perfecto modelaje con ejemplos sorprendentemente reales, cubierto por un amplio paño de pureza. Es de destacar su policromía sobre todo conseguida en el tórax, que deja ver hematomas y magulladuras que le confieren un espectacular realismo, así como a su cara.
La Virgen, de bellísimas facciones se cubre con un largo velo con abundancia de elegantes pliegues en un consolidado modelado. Mantiene la boca cerrada como expresión de dolor contenidos.
Toda la talla queda cerrada por una cruz que sobresale por encima de la misma, posteriormente enclavada sobre una peana en forma de monte sobre la que descansa toda ella. La Cruz de color marrón, con remates e inscripciones de plata y revestida por un sudario ó toalla, es regalada en 1.725 por Manuel Bustamante .
De madera de roble para el escultor Juan Bautista Bornia y el pintor Ignacio Baldaura , 1.783, y de tilo para el escultor Juan Pascual , 1.789, quienes la estudian y dictaminan que debe ser restaurada. En 1.789 seis años después es de nuevo restaurada por Juan Pascual debido a que está invadida de carcoma. Posteriormente no hay documentadas más restauraciones de la imagen hasta el año 1.887 en que el escultor Francisco Requena hace reparaciones en el manto de la Virgen por culpa otra vez de la carcoma. En 1.955 es limpiada y arreglada sin conocer su autor. En 1.970 lo hace el escultor Sánchez Lozano. En 1.993 se procedió a su desinsectación, restauración y limpieza. Tras esta restauración de la imagen se muestra por fin su esplendor primitivo.
Podemos apreciar los colores originarios, la Virgen se nos presenta vestida con túnica salmon- anaranjada, pañoleta crema-marfil y bocamangas rosa pálido con mezcla de ocre-amarillo y rayitas sobretostadas. Tócase con un manto azul viena. Su bellísimo rostro aparece con encarnación sonrosada y clara detentando cinco lágrimas.
El Señor cubierto con un paño de pureza de color crema descansa sobre un sudario verde claro. En su cuerpo desplomado resaltan múltiples veladuras y livideces irregularmente repartidas, alternantes con zonas verdosas-cianóticas y manchas de sangre coagulada en hombro izquierdo, tórax, muslos, rodillas y pies. Su encarnación es tremendamente pálida. Toda la talla sin editamentos descansa sobre un monte ocre.
Patrona de Cartagena Virgen de la Caridad |
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