Tras la pista de Cartago Nova
El valor arqueológico del yacimiento estriba en que muestra un tramo de calzada romana con sus servicios urbanísticos y varias construcciones a ambas lados de la vía, lo que nos permite hacernos una idea acerca de cómo era la ciudad romana de Cartago Nova.
El descubrimiento del yacimiento y las obras de conservación
Una de las principales tareas del Museo Arqueológico Municipal es la de recoger todos los datos posibles acerca de lo que fuera la ciudad romana de Cartago Nova y de las anteriores estructuras urbanas sobre la que ésta se alzó. A tal fin llevó a cabo una campaña de investigación arqueológica en el casco antiguo de la ciudad que dio lugar en 1974 a una serie de prospecciones en el solar número 29 de la calle del Duque, propiedad de la Caja de Ahorros del Mediterráneo.
Tras la verificación de la importancia arqueológica del yacimiento de la Caja de Ahorros, a pesar de las dificultades que ello suponía para el normal desarrollo de las obras de construcción del edificio que se proyectaba, acordó la conservación del yacimiento en un sótano construido a tal efecto, a fin de exponerlo al público con el adecuado acondicionamiento museográfico.
Tras la verificación de la importancia arqueológica del yacimiento de la Caja de Ahorros, a pesar de las dificultades que ello suponía para el normal desarrollo de las obras de construcción del edificio que se proyectaba, acordó la conservación del yacimiento en un sótano construido a tal efecto, a fin de exponerlo al público con el adecuado acondicionamiento museográfico.
Se tomaron todos las precauciones necesarios para poder realizar la construcción del edificio con el máximo respeto y protección de estos restos. Se protegió con plástico toda la zona excavada y se rellenó con arena hasta alcanzar el nivel de la calle. Uno vez construido el edificio se procedió al vaciado del sótano, completando la excavación arqueológica y realizando la consolidación y el acondicionamiento del conjunto arqueológico.
Posteriormente se vio la necesidad de consolidar el mosaico, que debido al cambio de ambiente y a la eliminación del peso de las tierras que lo cubrían, se había levantado y agrietado en varias zonas. En 1975 se procedió a su levantamiento y refuerzo con una capa de hormigón armado.
Aprovechando esta circunstancia se realizaron una serie de prospecciones en el centro de lo habitación, descubriéndose a una profundidad media de 1,70 m. bajo la cota del mosaico, un nivel de antiguas construcciones anteriores a la casa del mosaico. Gracias a los abundantes restos encontrados, entre los que predomina la cerámica Campaniense de barniz negro y cerámica Ibérica decorada, pudo fecharse este nuevo nivel entre los siglos I y II a. de J.C.
Entre los materiales recogidos merecen citarse un molino circular de piedra con contrapesos de plomo y varios fragmentos de cerámica que componen un "Kalathos" Ibérico con decoración geométrica.
A la vista de estos resultados se consideró la posibilidad de conservar y hacer visibles estos nuevos descubrimientos cuyo interés principal estaba en patentizar la sucesiva ocupación de este lugar desde épocas muy antiguas con construcciones predominantemente de carácter industrial. Por ello, en 1975 se reinstaló el mosaico sobre un forjado de hormigón armado que ocupó el área de la habitación y que además de proporcionar total aislamiento de la humedad a este mosaico permite la visión de ambos niveles desde fuera de la construcción.
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