El sendero natural que une la pedanía de Mahoya perteneciente al municipio de Abanilla con el Paraje Natural denominado “El Cajer” y que discurre a lo largo de gran parte del recorrido por el trazado que marca el río Chícamo, ha sido un proyecto cuyo objetivo por parte de la Dirección General del Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Abanilla y la Obra Social de “La Caixa” ha consistido en la puesta en valor de este espacio natural a través de la dinamización turística del mismo, mediante acciones de acondicionamiento del trazado y señalización fundamentalmente.
El sendero consta de una longitud total de 8.2 km. de recorrido, siendo un trazado lineal y abierto, transcurre por parajes y entornos tan bellos como son: la pedanía de “El Partidor”, en él se encuentra un partidor de aguas, donde éstas son conducidas hacia la Acequia de la Huerta de Abajo y a Sahués; antiguas construcciones o viviendas excavadas en las paredes del cauce del río Chícamo; la Umbría; El Cajer, paraje que da nombre a este sendero y donde se propone su finalización debido al peligro de tránsito por el interior del cañón, este espacio tiene un alto valor ecológico ya que presenta especies de flora como el cantueso (tomillo autóctono) y fauna (fartet) prácticamente endémicas de este espacio en nuestra región.
Mahoya, encanto etnológico y cultural.
La pedanía de Mahoya, es el punto de inicio de este sendero, es también conocida como “La Huerta” ya que la mayor parte de sus tierras han sido tratadas como huerta tradicional, con predominio de pequeñas parcelas o bancales donde se cultivan hortalizas y frutas regadas por las aguas del río Chícamo.
A día de hoy se siguen cultivando los albaricoques de Damasco, de hueso dulce, las brevas y las sabrosas peretas, los tomates... entre otras frutas y hortalizas.
Mahoya alberga la Ermita de la Santa Cruz, según cuenta la tradición, fue el lugar donde se apareció la Cruz a unos labradores que iban a tomar la “tanda” de agua.
Cada 3 de mayo y 14 de septiembre se celebran las festividades de la Cruz y cientos de personas acompañan a la Santísima y Vera Cruz, Patrona de Abanilla, desde la Parroquia de San José de Abanilla hasta la Ermita de Mayoha.
El Chícamo, un río con nombre propio.
El río Chícamo, afluente del río Segura por su margen izquierda, recorre parte del término municipal de Abanilla, una zona árida caracterizada por la irregularidad y torrencialidad de las precipitaciones.
El nacimiento del río tiene lugar en las proximidades de la pedanía de Macisvenda y a lo largo de su curso se encuentran situadas numerosas pedanías pertenecientes al municipio de Abanilla: de norte a sur, El Chícamo, La Umbría, El Tollé, El Partidor, Sahués, Ricabacia y Mahoya, así como la localidad que da nombre al término, Abanilla.
Se trata de un río de características semiáridas, que discurre mayoritariamente por una cuenca de naturaleza margosa. Posee un elevado interés hidrológico, geológico, botánico y faunístico.
La cabecera del río Chícamo forma un conjunto de charcas que alberga, entre otras especies, la única población de interior de la Región de Murcia del fartet (Aphanius iberus), especie catalogada en peligro de extinción.
Debido a la importancia ecológica y ambiental que presenta este espacio de encuentra catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC ES6200028 Río Chícamo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario