Isaac Peral (III)

Peral, hundido moralmente, desautorizado por la Armada, a la que había dedicado toda su vida, decide el 22 de noviembre de 1890 solicitar la licencia absoluta de la Marina, desligándose de la Armada el 5 de enero de 1891, sin derecho a percibir haberes. Desde la sociedad civil Peral elaboró un manifiesto dirigido al público en general en el que explicaba su proyecto, rebatía las acusaciones y ofrecía su versión, manifiesto que encontró grandes dificultades para su publicación, que tuvo que costear el propio Peral.

Su biógrafo, A. R. Rodríguez González, resalta en
su biografía la actividad política de Peral, que fue diputado por el Puerto de Santa María en junio de 1890, arrebatando el escaño al hijo del almirante Berenguer, lo que justificaría su rotunda Oposición al proyecto del cartagenero. Nuevamente en febrero de 1891 se presentó a la reelección, ganando el escaño en las urnas, pero, violentadas éstas, dieron el acta de diputado al hijo de Berenguer. En Otras elecciones posteriores, Peral también probó fortuna, pero ninguno de los dos grandes partidos le apoyó. La independencia del científico no resultaba adecuada para Cánovas y Sagasta.


Desligado de la Marina, fracasado en política, Peral inició una nueva andadura en la vida civil, trabajando como ingeniero para una empresa alemana, pero al poco tiempo creó su propia empresa: el Centro Industrial y de Consultas Electro-Mecánicas, y el 2 de agosto de 1893 fundó la Electra Peral-Zaragoza.

Simultáneamente, Peral desarrollaba un cáncer que galopaba raudo hacia la muerte. En 1895 se trasladó a Berlín para que el célebre cirujano Bergman le extirpase un tumor que tenía en la cabeza. Tras la operación, unas fiebres acabaron con su vida.

Los restos mortales del inventor fueron trasladados a España y enterrado en el cementerio de la Almudena de Madrid, sin que ni siquiera pudiera reposar en el Panteón de Marinos Ilustres. En 1911 fueron trasladados a Cartagena, donde se le erigió un mausoleo. Asimismo, a instancias del pueblo de Cartagena y a través de su alcalde Miguel Tobal Yúfera, se solicitó el traslado de los restos del submarino a la ciudad departamental. En 1951 se realizó un monumento a Peral en Cartagena y, veinte años después, los restos del prototipo se colocaron en la explanada de los Héroes de Cavite y Cuba.
Isaac Peral - Submarino

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