Primera ruta senderista y ciclista "El Garbancillo de Tallante": con este título se ha anunciado esta ruta celebrada en las proximidades de la población de Tallante con motivo de sus fiestas patronales 2013 y organizada por la Asociación para la conservación del Astragalus Nitidiforus. La idea es recorrer los parajes que constituyen el hábitat de este especie botánica única y singular, en peligro de extinción (aunque ya se creía extinguida).
Según la organización, nos reunimos más de 400 personas, entre ciclistas y senderistas (aunque estos últimos somos mayoría absoluta) y se hacen dos rutas senderistas, una más larga que otra; yo hago la ruta larga, de poco más de 15 kilómetros, que resulta ser casi la misma que la ruta ciclista.
Salimos a las 10 de la mañana, un poco tarde para mi gusto, pues ya calienta bastante el sol (y más que va a calentar durante la marcha); menos mal que hace algo de aire que refresca un poquito. El punto de inicio y de fin es la iglesia parroquial de San Antonio de Tallante. Antes de salir, cogemos la tarjeta acreditativa y una camiseta amarilla conmemorativa de regalo, y tenemos ocasión de ver a la protagonista (varias plantas) en sus correspondientes macetas (son las únicas que vemos).
Con nosotros viene una persona que hace de guía y nos va a ir explicando, en varias paradas que hacemos, tanto el hábitat que estamos recorriendo, los montes volcánicos de la zona y las características del Astragalus Nitidiforus (que está prohibido decir "garbancillo de Tallante").
Salimos, como digo, de la Iglesia en dirección al cementerio (ésto parece un cortejo fúnebre pero no lo es), al que llegamos tras cruzar la carretera de circunvalación por un túnel bajo ella y seguimos en dirección Las Caveas. Antes de llegar aquí hacemos la primera parada explicativa.
Tras pasar este pequeño diseminado, tomamos a la derecha por el cauce de la rambla, asustando a la población de conejos que corren a esconderse y a algunos cuervos. A nuestra izquierda queda el Cabezo Negro de Tallante y frente a nosotros, la morra de Tallante. Al salir de la rambla, tras otra charla informativa, tomamos el camino a la izquierda que lleva hasta la carretera asfaltada. Aquí nos esperan con un camión (bastante antigüo pero parece estar en buen estado) para darnos un botellín de agua, que es de agradecer.
Seguimos por la carretera asfaltada a la izquierda, en dirección al Cabezo Negro (el volcán de Tallante, aunque hay varios más), principal hábitat de la planta (cuyo nombre no quiero volver a repetir). Subimos un poco por un camino hasta su falda para ver lo que fue una colada de lava hace millones de años que llegaba al mar (es decir hasta aquí mismo). No estamos mucho tiempo pues allí mismo hay ahora una balsa de purines de cerdo y su olor no invita a permanecer allí largo rato.
Volviendo a la carretera de asfalto seguimos en la misma dirección para cruzar la autopista por un puente elevado. Poco antes de cruzarla vemos un camino a la derecha que será el camino por donde volvamos luego. Poco más adelante de la autovía tomamos a la derecha, en dirección a Los Pérez, que es otro pequeño diseminado de casas y nos desviamos a la izquierda en dirección a Los Aguados (aunque aquí no llegamos).
Buscamos una sombra con capacidad para cerca de 100 personas y lo más idóneo que encontramos es un bancal de grandes garroferos (también nos vale), frente al Cabezo Blanco. Hacemos una última parada didáctica y de avituallamiento y a partir de aquí el grupo se estira y se disgrega pues por un lado algunos están más cansados y por otro lado otros tienen o tenemos más prisa por llegar.
Siguiendo siempre las indicaciones de la ruta ciclista, seguimos por el camino hasta llegar a lo que resulta ser el punto más alto del recorrido y bajamos hasta Los Cañavates; cruzamos de nuevo la autovía por otro puente y enseguida tomamos un camino a la derecha, por una rambla que va paralela a la autopista (bueno, la autovía va paralela a la rambla porque la rambla estaba antes). Al terminar la rambla y este camino nos encontramos junto al otro punto anterior donde cruzamos la autopista y volvemos por donde hemos venido esta mañana.
Pero ahora, en vez de tomar de nuevo la rambla en dirección a Las Caveas, seguimos de frente por el camino y vamos a salir a la carretera o via de servicio, junto a la carretera de circunvalación. Seguimos por esta vía de servicio, viendo ya la iglesia allí enfrente a nuestra izquierda. En el primer túnel que vemos que cruza bajo la carretera nos pasamos al otro lado de ella. Lo único es que aquí no hay camino por lo que seguimos en línea recta, campo a través hasta llegar a una valla que nos impide el paso y nos obliga a seguirla y rodearla hasta encontrar la salida, que resulta ser en la carretera de Mazarrón, junto al restaurante y junto a la iglesia.
Unos metros más y llegamos a la meta, donde la organización de Fiestas de Tallante nos espera para sellarnos el pasaporte que acredita que hemos terminado y nos obsequia con refrescos y bocadillos (que estaban preparando bien temprano esta mañana, mucho antes de empezar a llegar los participantes). Una vez más, gracias a todos los que han hecho posible esta multitudinaria, didáctica y festiva ruta senderista, que espero se repita en años venideros.
Altitudes: Salida: 224 mts; Máxima: 244 (244) . mínima: 143 ; media: 202 . Pendiente Máxima: 13.4 %. Media: 2.5 % . Desnivel acum.: 179 Distancia: 15,67 ktms. |
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