Los picos de Malvariche, frente a las casas en ruinas del mismo nombre, se encuentran localizados en el extremo más occidental de Sierra Espuña, cerca de las poblaciones de Pliego y Casas Nuevas.
Accedemos al punto de comienzo desde Totana y Aledo, por la carretera MU-503 en dirección a Zarzadilla de Totana. Según los mapas topográficos (932 Hoja 4) el camino empieza a la altura el punto kilómetrico 22 de esta carretera, a la derecha, en dirección a la Casa del Carretero y hay otro camino medio kilómetro más adelante que se une al primero.
Cuando llegamos a este segundo camino vemos que está cortado con grandes piedras que impiden el paso del vehículo por lo que volvemos al primer camino y dejamos el coche a unos metros del comienzo, un poco apartado del camino. Pero cuando llevamos menos de 400 metros recorridos nos encontramos con un vallado y una puerta cerrada indicando que es un camino particular, por lo que tenemos que regresar.
Subimos de nuevo al coche y seguimos en dirección Zarzadilla de Totana y pasado el kilómetro 23 (es decir poco más de un kilómetro desde donde estábamos) vemos el comienzo del camino, a la derecha, éste sí que está indicado con un cartel de "Camino Forestal de Malvariche" junto a la valla de entrada, que permite el paso de senderistas y bicicletas.
Volvemos a ponernos en marcha, esta vez sí definitivamente. A 1 kilómetro del punto de comienzo, vemos a la derecha el camino por el que hubiéramos venido originalmente si no hubiera estado cortado.
Tras una bajada por esta pista de tierra llegamos a un cruce donde podíamos haber tomado cualquiera de los dos caminos. Elegimos el de la derecha, que empieza a subir; el de la izquierda sería, vamos a llamarlo así, la pista forestal tercera por la que podemos pasar (la más baja de altitud) y la que hemos tomado sería entonces la pista forestal segunda, (la del centro). Otro cruce más adelante (a poco más de un kilómetro de este primer cruce) y volvemos a tomar a la derecha: ésta será la pista forestal primera, (la más alta), pero la equivocada, como ahora te cuento.
La pista de tierra sigue ascendiendo, para llegar a la Casa de la Rotura . Vamos viendo la pista que no hemos tomado (la segunda) que va por debajo nuestra, a nuestra izquierda.
Pasada la mencionada casa nos encontramos que se acaba el camino (por eso te decía que era el camino equivocado, salvo que quieras visitar esta casa en ruinas), pero como seguimos viendo el segundo camino allí abajo, vemos la forma de llegar hasta él. Y la forma de hacerlo es por una estrecha y empinada senda que atraviesa una alambrada (que cruzamos gracias a que está rota por un par de sitios) y poco más adelante pasa a ser un barranco de bajada de aguas con mucha vegetación. Pero como es corta, a pesar de la dificultad, llegamos finalmente al camino inferior.
A la izquierda, a unos metros, vemos que hay una puerta de madera con una alambrada que cierra el camino, pero que se puede abrir con un pestillo que tiene. Pero ahora nuestra dirección es hacia la derecha, hacia el Este, en dirección a las casas de Malvariche. Poco más adelante, otra puerta metálica que está abierta por completo.
Seguimos bajando por la pista de tierra. Todo el tiempo, a nuestra derecha, hemos ido viendo un impresionamente macizo montañoso de piedra esculpida por la erosión con abundantes figuras curvas. Por la izquierda, a veces se ve otra tercera pista de tierra que está más abajo.
Pasamos junto a un prado de amapolas rojas y retamas amarillas y una casa en ruinas que es la Casa del Guarda, todo ello vallado y con una puerta de madera para entrar, aunque está cerrada.
Ya casi llegando a las casas de Malvariche desemboca otro camino a nuestra derecha, que es el que sube hasta la cumbre del Pedro López. Y finalmente llegamos a nuestro destino: las casas (en ruinas) de Malvariche y Casas de los Quintana, en un grandioso prado todo verde, rojo y amarillo según los colores de la hierba y flores que lo cubren por completo. Hay una balsa (o piscina) a la que no podemos acercarnos por estar vallada y cerrada y al fondo se ven los picos rocosos de los Malvariches (son 2, juntos). Por detrás de las casas, el Cerro de Piedras Blancas.
Tras un breve descanso, seguimos un poco más adelante, buscando el camino que sube a Prado Mayor (pero no para subir hoy, claro) y visto más o menos por dónde se va, nos damos la vuelta.
La vuelta la hacemos por el mismo camino que vinimos, pero esta vez, como es lógico, no subimos el barranco para llegar a la pista de arriba, sino que cruzamos la puerta de madera y seguimos este camino que vamos, por lo que no volvemos a pasar por la Casa de la Rotura.
Ahora podemos apreciar a nuestra derecha (aunque no verlo directamente por la abundante pinada), lo que es el barranco de Malvariche, al pie de las montañas, y que llega también hasta las casas de donde venimos.
Nos encontramos a la derecha el camino que baja a la pista forestal tercera y que luego se unirá de nuevo a éste en lo que fue el primer cruce que encontramos en la subida. ¿Un poco de lío?; si ves el gráfico de la ruta lo verás más claro: el camino más sencillo para hacer esta ruta sería el primer cruce a la derecha (nosotros el de la izquierda no llegamos a hacerlo) y el segundo cruce a la izquierda que es algo más largo ¡¡¡ pero no se acaba !!!.
Por el camino encontramos una pequeña culebra viva que no se apresura a esconderse en la maleza sino que se queda allí mismo, a vernos pasar. Y llegamos finalmente al punto de comienzo. La de hoy ha sido una ruta algo más larga de lo habitual aunque con no mucho desnivel acumulado, pero sí con continuas bajadas y subidas
Altitudes: Salida: 751 mts; Máxima: 886 (886) . mínima: 751 ; media: 821 . Pendiente Máxima: 25.4 %. Media: 6.3 % . Desnivel acum.: 376 Distancia: 18,48 ktms. |
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