Siendo como es nuestra Cartagena una ciudad en la que desde sus mismos orígenes se ha registrado siempre una importante presencia militar, nada tiene de extraño que aquí exista una iglesia castrense cuya conservación, ornamentos, mobiliario y cultos estén costeados con los fondos económicos de la Marina Española, quedando establecido que de sus servicios religiosos participan los militares de todos los cuerpos y armas de las Fuerzas Armadas.
El templo de Santo Domingo en plena calle Mayor es la Iglesia Castrense de Cartagena. Según el Cronista Federico Casal en su libro titulado «HISTORIA DE LAS CALLES DE CARTAGENA», en el año 1580 se fundó en la calle Mayor el Convento de Predicadores de Santo Domingo bajo la advocación de San Isidoro, y en año 1670 se dotó al convento de una iglesia.
La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Los Marrajos) fundada al parecer en el año 1565 compró en el año 1696 una casa junto a la iglesia del convento, y en ella construyó una capilla donde guardar y brindar culto a sus imágenes procesionadas durante la Semana Santa. Tal capilla tiene acceso por el interior del templo y también por la calle.
La comunidad del Convento de Santo Domingo se vio obligada a abandonar sus instalaciones en virtud de un decreto de fecha 25 de Julio de 1835 cuando el episodio aquel de la Ley de Desamortización. El inmueble de Convento fue demolido y sobre el solar se edificaron casas particulares. Quedó la iglesia pero cerrada al culto de los fieles cartageneros que buscaron otros lugares de oración.
La Marina de Guerra Española deseaba disponer de un templo en cuyo ámbito celebrar sus cultos religiosos, así es que realizó las gestiones pertinentes y el día 21 de julio de 1875 la diócesis de Cartagena entregó a la Armada la iglesia del ya desaparecido Convento de Santo Domingo. Era Capitán General de este Departamento Marítimo el Almirante Miguel Lobo. Era Vicario General Don Vicente Alcayde. Y fue cura castrense de aquella iglesia el Rvdo. P. Francisco Mellado.
El día 9 de Julio del año 1880 fue bendecido y abierto el culto de militares y paisanos el nuevo templo, justo cuando se cumplían 300 años de su fundación. Hasta el año 1936 que empezó la Guerra Civil y se suprimieron los actos religiosos públicos y privados, los marrajos sacaban desde esta iglesia sus procesiones, y en ella siguen teniendo actualmente su propia capilla. Los militares utilizan esta iglesia para celebrar sus bodas que por su ubicación se presta mucho al boato y al lujo. Abrir sus puertas a la calle Mayor es un privilegio. Se bendijo como templo castrense el día 9 de Julio de 1880.
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