miércoles, 14 de noviembre de 2012

Senderismo: visita al Proyector de Aguilones


 Bajada hasta el proyector de la Batería de Aguilones.

El proyector de Aguilones tenía doble misión: de costa y antiaérea. Tenia un diámetro de 1,5 metros. Se empleaba para exploración y para iluminación de blancos marítimos y aéreos. Su alcance máximo era de 13.400 metros (para iluminar y detectar buques tipo acorazados) y de 5.000 metros para los aviones.

Salgo de la Batería de Aguilones en dirección a la Batería de Conejos y antes de tomar el camino ascendente hay una pequeña explanada a la derecha.

Del extremo oriental de esta explanada parte
una senda que desciende en dirección sudeste. Lo primero que pienso: el proyector queda hacia el otro lado, esta senda no puede ser porque va en dirección contraria. Pero no veo ninguna otra senda, así que no hay elección.

Tomo la senda y empiezo a bajar hacia el este y a alejarme más y más del objetivo, y además, sin verlo. Solo queda confiar que vamos por buen camino.

 Y efectivamente, llegas a un punto en que la senda gira bruscamente a la derecha, hacia el sudoeste y allá abajo ves el proyector, al final de la senda. Ya no hay duda. La senda es ancha y la bajada cómoda y fácil.

Y lo mejor de todo es que en esta parte de la bajada no hace viento, pues éste viene del norte y aquí estamos resguardados por el propio monte, pues vamos bajando por la ladera sur y también a pleno sol, que ya está levantando.

Y llegamos al proyector, bueno lo que queda de él. Una construcción de piedra con una pequeña habitación (¿?) que puedes ver a la derecha de la foto anterior, y una gran bóveda donde se guarda el armazón donde iba montado el proyector, con unas ruedas sobre railes, como un tren, para sacarlo fuera de la bóveda.

Y me imagino un gran foco ahí montado, de no sé cuántas candelas de luz (estoy seguro que muchas, muchas), iluminando la costa frente a él, el espacio aéreo y marítimo, en busca de posibles enemigos por mar y aire, para que las baterías que están unas decenas de metros por encima puedan hacer su trabajo.

Parecido a lo que sale en las películas cuando los guardias de las cárceles recorren el perímetro vallado con potentes focos en busca de alguna posible evasión.

Y a pocos metros del proyector, el vacío: un acantilado, una caida en vertical de unas decenas de metros.

Me acerco a la orilla, extiendo el brazo todo lo posible, con la cámara enfocando abajo y... ésto es lo que ve la cámara y que yo no me atrevo a ver.

También podría, como he hecho alguna vez, haberme acostado en el suelo y haber asomado un poco la cabeza, pero es mejor ser cauteloso, por lo menos mientras no sepamos volar, pues también puede venir una racha de aire (que aquí abajo vuelve a hacer un poco) y hacerte perder el equilibrio (y algo más, la vida, porque de aquí arriba solo te caes una vez).


Hago algunas fotos y panorámicas para que los que busquen después por Internet encuentren más imágenes que yo y cuando considero que ya he estado allí el tiempo suficiente, subo por la misma senda (claro, no hay otra) hasta la explanada de la Batería de Aguilones y tomo a la derecha en dirección a la Batería de Conejos.

... continúa hacia la Batería de Conejos.






Altitudes: Salida: 2 mts;  Máxima: 193 mts. mínima: 2 mts. ;  media: 102 mts.
Pendiente  Máxima: 36,3%. Media: 13.4 %
Distancia: 9.18 ktms.





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