Senderismo por el Cabezo Mingote en Los Nietos

Un largo paseo por terreno prácticamente llano, por tierra adentro y por la orilla del Mar Menor, en busca de la cueva perdida: esa ha sido la ruta que hemos tenido hoy los 17 componentes del grupo senderista de Los Belones. La única elevación, el Cabezo Mingote, de apenas 92 metros de altura.

El Cabezo Mingote es una pequeña montaña de origen volcánico (como muchas otras de las cercanías) que se encuentra en las inmediaciones de Los Nietos Viejos, a medio camino entre Los Belones y el Mar Menor.



Salimos desde el punto habitual, la plaza de la Iglesia de San Isidro de Los Belones y tomamos por la carretera que se dirije a Los Nietos e Islas Menores. En las afueras de la población nos espera la segunda mitad del grupo, que se une a nosotros para proseguir la marcha todos juntos. Antes de la partida, Laly se hace una foto con el grupo y una pancarta para mandar un saludo a un conocido.

Tomamos el camino que transcurre junto a la rambla de la Carrasquilla. En algún punto de esta rambla vemos una barca varada ¿cómo habrá llegado hasta allí? (habrá sido con la subida de la marea). Pasamos por un lugar que (aunque está oculto por una alta pared), me dicen que dentro hay un criadero de anguilas del Mar Menor: me explican que las crian y luego las exportan a Italia, donde son muy bien aceptadas. A raiz de ésto la conversación se deriva a las bondades y excelencias de la carne de la anguila y del congrio y las diversas formas de cocinarlos, así como a las morenas (las mujeres no, los bichos que viven bajo el agua y que tienen unos dientes muy peligrosos).

Pasamos junto a unas grandes plantaciones de limoneros protegidos contra los vientos de levante; y más adelante por la Casa de la Valleja, con su molino. Finalmente llegamos junto al mar, en la desembocadura de la rambla, en la zona conocida como la Lengua de la Vaca (será por la forma que tiene, como puedes ver en el mapa).

Seguimos por el paseo marítimo de Los Nietos, junto al mar, por las casas de antiguos pescadores y de nuevos turistas, la mayoría de ellas cerradas (es invierno, no es temporada "alta"). En el mar, junto al Club Naútico, un barco que "recolecta" medusas en los veranos (ahora no creo que hayan) y en el paseo, unos bancos con esculturas de caballitos de mar casi todas sin terminar excepto un par de ellas, que han quedado preciosas, recubiertas de coloreados azulejos.

Dejamos el mar a la altura de la plaza del cine de verano y nos internamos por las calles buscando la carretera que lleva a Los Nietos Viejos. En este poblado vemos un antiguo depósito de agua que aún se conserva en más o menos buen estado y, más adelante, ya en la salida del pueblo, un curioso aljibe.

Llegamos a la carretera asfaltada que comunica la autovía de La Manga con Los Nietos y recorremos unos metros por ella antes de tomar el camino que sale a la derecha y que empieza a subir al Cabezo Mingote. En este punto hallamos el cadáver reciente de una perdiz que no sabemos de qué pudo haber muerto (aunque tampoco estamos por hacerle la autopsia).

Tras una corta subida llegamos a unos depósitos de agua y buscamos un lugar a refugio del viento para hacer la parada de avituallamiento (algunos ya la estaban pidiendo hace rato). En el descanso, Laly nos obsequia con un bombón (de una conocida marca anunciada por T.V. aunque no voy a hacerle publicidad) y una copa de vino dulce para entrar en calor: muchas gracias, Laly.

Es aquí cuando nos dicen que hay una cueva en la que se refugiaban los vecinos de Los Nietos en la Guerra Civil. Aprovechamos que llega un lugareño (en una moto Derbi) y le preguntamos por ella y nos da más o menos unas indicaciones de dónde encontrarla, aunque dice que está toda rehundida y no se puede pasar.

Continuamos la ascensión a la cumbre del Monte Mingote por la izquierda, es decir, por el lado Sur, en sentido contrareloj y tras una corta subida, aunque empinada en su tramo final y con un fuerte viento helado de "lebeche", llegamos al vértice geodésico, en la cumbre. Mientras la mayoría estamos viendo el paisaje y haciendo fotos (aunque esta semana se nos ha olvidado hacer la foto de grupo), algunos bajan por varias direcciones del monte en busca de la cueva perdida... pero ésta no aparece.

Sí que descubren una pequeña cueva junto al camino de subida (no en el sitio que nos habían dicho que estaba) que seguramente no sea la cueva que buscamos aunque puede ser que esté comunicada con ella, pues según parece, la susodicha cueva atravesaba todo el monte.

Tras esta fallida exploración cavernícola, nos reunimos todo el grupo de nuevo, junto a la carretera asfaltada e iniciamos la vuelta a Los Belones: hay varias sendas posibles; cada uno propone una diferente y al final lo hacemos por donde lo hacemos: por un camino junto a unas plantaciones de (futuros) melones que pasa junto a un pozo y más adelante la casa de Sánchez Balibrea, para ir a salir al camino por el que vinimos, junto a la rambla.

Así que volvemos por donde hemos venido, completando poco más de 10 kilómetros de marcha. Al llegar al pueblo nos diseminamos, para seguir cada uno su camino.

Pulsa este enlace para ver más fotos y comentarios de esta ruta en el blog del Club de Senderismo de Los Belones.




Altitudes: Salida:  40 mts;  Máxima: 102 mts. mínima: 40 mts. ;  media: 19 mts.
Pendiente  Máxima: 15.2 %. Media:  4.1 %
Distancia:  10.57 ktms.



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