Situado en el monte del que toma su nombre, en una cota media de altitud de 290 m.
Aunque estaba incluido en el Proyecto de Zermeño de 1766 ("Fuerte que se propone para sostener por la gola las baterías que se hallan colocadas a la orilla del mar y podrá contener 12 cañones y 80 hombres") no llega a construirse, al ser incluido en un segundo orden de preferencia que no llega a realizarse.
Dice Zermeño en su proyecto que: "otra Batería, o pequeño Fuerte en la montaña de San Julián, para que abrigue por la espalda las que domina, y se hallan a la orilla del mar, no obstante que esta por ahora podría excusarse, por no contemplarse de tanta necesidad.. ".
Cuando en 1859 se consignaron fondos para el aumento y mejora de la fortificación, se dio comienzo a las defensas exclusivamente de mar y, al finalizar éstas, es cuando se pensó en llevar a cabo el proyecto que se había formado para el cerro de San Julián por los ingenieros Tabar y Echevarría, al ser considerada una posición clave en la defensa de la plaza y puerto, para artillarla con 11 bocas de fuego en casamata y 26 al descubierto.
Hasta entonces, a pesar de su posición dominante y la complementariedad que ejercía con el de Galeras y Atalaya, sólo estaba defendido por un cañón giratorio situado en una antigua torre de costa y algunos restos de un atrincheramiento, parte de un recinto atenazado adaptado a la escasa planicie que entonces existía, empezado y no concluido por los ingleses a principios de siglo, durante la guerra de la Independencia.
En consecuencia los oficiales de Ingenieros encargados de este trabajo formularon distintos proyectos más o menos costosos, suprimiendo en unos completamente las casamatas y dejando en otros alguna, hasta que en 1866, y basados en instrucciones generales que se recibieron de la Dirección General, se planteó el definitivo que es el que se ejecutó, el cual consiste en tres frentes abaluartados unidos por dos tenazas, encerrando todas las dependencias necesarias y conservando la torre antigua algo modificada.
El proyecto se finalizó el 31 de agosto de 1866 y las obras se iniciaron el 3 de noviembre del mismo año, después de haber efectuado el replanteo general, pero las penurias del Tesoro, los sucesos políticos y las circunstancias difíciles del terreno obligaron a su paralización en 1869.
En junio de 1879 se reanudaron las obras, que habían sufrido un gran deterioro a causa de los temporales y de la insurrección cantonal. Por todo ello, el fuerte no se terminó de construir hasta junio de 1883.
Como consecuencia del Plan de Defensa de 1884 se artilla con seis obuses de 21 cm de avancarga y dos cañones de 15 cm, que se ordena reforzar en 1898 con ocho obuses de 21 cm de avancarga y, aunque en el Plan de 1912 no se asigna armamento alguno, en 1916 todavía artilla cuatro cañones de 15 cm de carga culata.
En 1934 pasa a ser prisión de jefes, oficiales y suboficiales. En 1942 los cuatro cañones de 150 mm de experiencia modelo 1878 se encuentran en estado inútil y aparcados en el Parque.
La traza general del fuerte es un cuadrilátero irregular. El frente SE que es el menor de todos, es una tenaza cuyas caras están flanqueadas por un tambor central cubierto con blindaje de tierras y con dos órdenes de fuego. El frente NE es abaluartado y con el anterior tiene acción sobre la zona terrestre. Los frentes SE y NNO, también abaluartados, baten con sus fuegos la zona del ataque marítimo; el baluarte del ángulo O no está completo, sino cortado por la mitad de sus caras, habiéndose sustituido la parte de ellos que falta hasta el ángulo O por un trazado atenazado, en el cual se abre la puerta principal del fuerte.
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