Cicloturismo por las Salinas de San Pedro del Pinatar


A las 7 de la mañana ya estaba preparado en el comienzo de la ruta, para salir pronto, antes de que saliera el sol y poder fotografiar la salida del sol sobre las salinas. Mientras hacía tiempo, dí alguna vuelta por Lo Pagán y el paseo marítimo hasta San Pedro del Pinatar.

La ruta la comienzo en carril bici que parte del molino de Quintín, por los baños de lodo y siguiendo el carril bici hasta el molino de la Calcetera. En este tramo es donde me pilla la
salida del sol y... bueno, puedes ver las fotos de la colonia de patos saludando el nuevo día.

Sigo por las Encañizadas hasta llegar al extremo sur, a la punta de Algas, donde ya no se puede avanzar más porque el camino se convierte en fango, barro y algas, paraiso de gaviotas, flamencos y otras aves. Desde ahí, "a tiro de piedra", está la Veneziola, extremo norte de La Manga del Mar Menor.

Dicen de hacer un puente para unir ambas orillas y poder pasar de La Manga a San Pedro sin rodear todo el Mar Menor, pero espero que no sea así, pues no sería nada bueno para el Parque Natural de las Salinas de San Pedro el soportar el tránsito diario de miles de vehículos. Está muy bien como está ahora.

Accedo a la playa de Punta de Algas y por ella continúo en dirección a Las Salinas y, aunque hay un tramo al comienzo de arena blanda que dificulta el avance, luego ya se endurece y puedes pasar en bici perfectamente.

En Las Salinas me entretengo viendo (por fuera, claro) las instalaciones de la fábrica de sal y por otro lado, el puerto pesquero de San Pedro, donde coincido con un barco que llega cargado de caballas y rodeado de un "enjambre" de gaviotas.

Continúo por el carril bici que une este puerto con lo que es el pueblo de San Pedro del Pinatar, aunque pronto lo dejo para volver a sendas peatonales que transcurren por las dunas "móviles", en tramos hechos de tablas de madera.

Desde el observatorio de aves, contemplo y fotografío los flamencos y otras aves en las salinas.

Final de las salinas: El Mojón. Sigo por su paseo marítimo y luego por una avenida que me lleva hasta la primera playa perteneciente ya a La Torre de la Horadada: momento ya de dar la vuelta.

La vuelta la hago por diversas urbanizaciones y carreteras hasta llegar a mis dos objetivos: el restaurante conocido como "La Casa del Reloj" y la Iglesia de la Santísima Trinidad (una estructura muy llamativa, brillante y visible desde todo el Parque Natural, junto con algunos conocidos Hoteles de muchas estrellas).

Una vez vistos estos dos objetivos, me adentro por el centro de San Pedro del Pinatar (la peor parte del viaje, con tráfico, ruidos y humos) y, callejeando, llego hasta las playas de Lo Pagán y ya desde allí, vuelta a donde tengo el coche aparcado.

Espero volver otro día y recorrer (en lo que se pueda) el interior del Parque Natural pues lo que he hecho hoy ha sido rodearlo. Y digo "en lo que se pueda" porque aunque hay muchas sendas y caminos por su interior, muchos son propiedad de la empresa salinera y están vallados y supongo que otros no serán transitables en bicicleta. Lo descubriré "otro día".



Altitudes: Salida: 2 mts;  Máxima: 18 mts. mínima: 0 mts. ;  media: 2 mts.
Pendiente  Máxima: 5,8% . Media: 0.3 %
Distancia: 26.6 ktms.





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